El interés de Eliasson por los poliedros, esferas y curvas (que lo han llevado durante años a emprender incesantes investigaciones con el equipo de su estudio) son fruto del deseo de crear alternativas al pensamiento ortogonal dominante en la arquitectura, el arte y el diseño modernos, con el fin de encontrar formas que contribuyan a contrarrestar el adormecimiento de nuestros sentidos. Esta preocupación por los efectos emocionales y físicos de nuestro entorno cobra vida en la lámpara que Eliasson ha concebido para Louis Poulsen.