The Royal Library — Copenhagen, Denmark

Antigua sala de lectura (uno de los cinco centros de la Real Biblioteca Danesa), Biblioteca de la Facultad de Ciencias Naturales y de la Salud

Cuando abrió sus puertas en 1938, la nueva y moderna biblioteca situada en la avenida Nørre se percibió como el entorno de estudio del futuro. Esta sala de lectura era capaz de albergar a veinticinco personas, así como seiscientos tomos, en un espacio liviano y diáfano. Sin embargo, con el paso de los años, el diseño de esta biblioteca empezó a degradarse debido a la incorporación de una estructura de entresuelo, de una disposición de asientos abarrotada y de una iluminación poco amable. «Había unas lámparas fluorescentes horribles», cuenta Lene Wendelboe, directora de sección de la Real Biblioteca Danesa. «Era como la planta de una fábrica». Tras una remodelación concluida en 2021 de la mano de los arquitectos daneses Arkitema, la Antigua sala de lectura, como ahora mismo se la conoce, se ha transformado en el espacio sereno y propicio al estudio que pretendía ser en sus inicios. Un componente clave de esta transformación ha sido la incorporación de iluminación individual de tareas mediante la versión en rosa pálido de la clásica AJ de sobremesa de Louis Poulsen. «Este modelo de lámpara es muy conocido. Es un artículo precioso y todo un clásico», afirma Wendelboe. «Hemos colaborado anteriormente con Louis Poulsen y siempre han sido fiables y competentes». En la estancia se respira una ligereza que en verano se acentúa debido a la iluminación natural, por lo que fue necesario apantallar en cierta medida los ventanales. Por eso las lámparas individuales se convirtieron en la solución más práctica para controlar los niveles de luz. Los daneses sienten predilección por el hygge, y una serie de pequeñas luminarias proporciona esta sensación tan apreciada en lugar de inundar toda la estancia con iluminación artificial», declara Wendelboe.

Planificar la iluminación ya desde el inicio

La decisión de integrar las luminarias para tareas (un total de 72 ejemplares) se tomó desde el inicio mismo del proyecto. Las lámparas se adaptaron e incorporaron de manera específica a las mesas de estudio, cuya reconstrucción corrió a cargo de la empresa danesa WO Interior a partir de los modelos originales. Los carpinteros de WO colaboraron estrechamente con Arkitema para crear un rebaje en la mesa que se correspondiese con la inclinación del cinco por ciento de la lámpara de sobremesa original. El interruptor está situado justo al lado de la lámpara para que sea sencillo controlarla individualmente. Esta atención a los detalles formaba parte del objetivo inicial de respetar en lo posible el edificio original, lo que requería retirar la intrusiva entreplanta y conservar las estanterías de madera originales al tiempo que se creaba un entorno moderno para el estudio. ¿Cuál es la nota que pone Wendelboe a esta nueva iluminación? «Un 10 sobre 10. La iluminación es un factor crucial para el éxito de esta estancia. Las luminarias están cuando se las necesita sin resultar invasivas. Nuestra intención era conservar el aire sereno, cálido y acogedor de esta sala, y creo que lo hemos conseguido».