Los vecinos de la vía Ole Svendsens Vej, en el barrio Østerby de Skagen, habían tenido ya suficiente. Las antiguas farolas Albertslund de su calle se habían retirado y sustituido por lo que ellos consideraban feas luminarias de plástico.
Además, se había escogido para las nuevas luminarias una temperatura de color de 4000 kelvins, una iluminación desagradable que molestaba a los residentes. Los descontentos miembros de la asociación de vecinos By og Land Skagen decidieron entonces ponerse en contacto con Louis Poulsen para preguntar si sería posible encontrar una solución que les permitiera recuperar sus viejas farolas Albertslund.
