Elegancia y eficiencia energética se dan la mano en esta histórica calle urbana

En cualquier fin de semana estival, más de 60.000 personas circulan por la calle Jefferson del famoso Fisherman’s Wharf de San Francisco.

En los últimos años, la calle se ha transformado para hacerla más peatonal y, cuando el ayuntamiento de San Francisco quiso mejorar la iluminación de sus pasarelas, se escogió la Albertslund Maxi de Louis Poulsen.

Para cumplir con las normas de eficiencia energética californianas, los ejemplares instalados en la calle Jefferson tuvieron que recibir fotocélulas para poder iluminarse y atenuarse automáticamente en función de los niveles de luz ambiental.

A petición del ayuntamiento de San Francisco, se suministró una versión modificada de la luminaria, montándose la fotocélula en la parte superior, en lugar de en su posición habitual en el poste, para que quedase oculta a la vista.

El resultado es una imagen elegante y limpia que hace justicia a esta emblemática ubicación, además de una instalación de alta eficiencia que garantiza que la luz se emplee solamente cuando y donde es realmente necesaria.