Homann diseñó más de diez gamas de producto que han dado lugar a cincuenta luminarias diferentes (tales como Nyhavn, Strata, el aplique Homann, Rappe Louis, el sistema Pulsar, la familia Kipp, el sistema AH, el sistema de apliques AH, AH Mini y Homann Park), todas ellas en colaboración con Louis Poulsen, la única fabricante de iluminación con la que ha trabajado.
La seña de identidad de todos sus productos consiste en que la luminaria dé forma a la luz y la luz dé forma a la luminaria. Los diseños de Homann encarnan su minuciosidad y atención a los detalles, rasgo definitorio de la era del minimalismo y el funcionalismo daneses. El propio Homann señalaba que los términos clave que describen su obra son la simplicidad, la claridad y la lógica.
El enfoque de Homann era holístico y buscaba establecer relaciones entre el objeto que se pretendía diseñar y el fin que perseguía. Comenzaba con el boceto como una especie de proceso de definición, para luego pasar a seleccionar la idea principal, a la que seguía un prototipo. Esto era particularmente importante para Homann, puesto que los bocetos eran incapaces de describir lo que él denominaba la cuarta dimensión de la luz. A continuación comenzaba un largo proceso de perfeccionamiento del producto durante el cual se aplican los métodos de producción escogidos.
Además de su estudio en Copenhague, Alfred Homann mantuvo Homann Design Inc. en los Estados Unidos de 1987 a 1995, trabajando en multitud de proyectos y productos diferentes. Tuvo una carrera prolífica, con varios proyectos arquitectónicos y diseños de mobiliario.
A lo largo de los años, Alfred Homann ganó numerosos premios por sus edificios, muebles y luminarias, y otorgó tantos otros como parte del jurado del Premio Danés de Diseño Industrial, así como de otros galardones. Homann recorrió además todo el mundo como profesor visitante, ofreciendo conferencias y mostrando sus diseños en todos los rincones del planeta.