Otros edificios importantes derivados del trabajo de Lauritzen son el edificio Folkets Hus (más conocido hoy en día como el recinto de conciertos Vega), el edificio Shellhuset y la embajada danesa en Washington. Tanto el Radiohuset como la primera versión del aeropuerto de Kastrup son hoy en día edificios protegidos y se consideran monumentos modernistas sin parangón.
A lo largo de su vida, Vilhelm Lauritzen tuvo dos grandes creencias: en primer lugar, que la arquitectura se aplica al arte y, en segundo lugar, que «no hay vida sin estética».
Vilhelm Lauritzen dominaba tanto la luz natural como la iluminación artificial, involucrando constantemente la luz natural en sus proyectos arquitectónicos. Diseñaba grandes ventanas orientadas hacia el sur y el oeste que permitían la entrada de una luz solar cálida que se fusionaba con la luz más fría de las ventanas orientadas hacia el norte y el este. Las luminarias de Lauritzense basan en la misma idea: combinan una luz dirigida con una iluminación más suave y difusa que suaviza y sombrea las estancias.
La primera luminaria diseñada por Vilhelm Lauritzen fue la lámpara de suspensión Universal, creada en 1926-29 para Fritzsches Glashandel. Y esto es solo el principio. Como funcionalista convencido, Vilhelm Lauritzen dedicó toda su vida a seguir desarrollando y mejorando sus luminarias.
Los dispositivos que Lauritzen diseñó para el Radiohuset se introdujeron en la línea de productos de Louis Poulsen a mediados de la década de los cuarenta. En la década de los cincuenta, aproximadamente a la vez que progresaban los principales encargos de construcción de Lauritzen, se introdujeron más luminarias suyas en la colección.