
Malene Birger es nómada y coleccionista de arte, objetos e historias. Tras viajar por todo el mundo, su hogar se ha convertido en testigo de su vida como diseñadora y artista internacional de éxito, basada en un gusto exquisito, la dedicación al trabajo y un buen olfato para los negocios.
Como creadora, la transición al arte y el diseño de interiores después de tres décadas en la industria de la moda llegó de manera natural para Malene Birger.
En 2014, vendió sus acciones de su marca de moda y dio el paso decisivo para cambiar de rumbo, añadiendo una dimensión completamente nueva a su vida.
«Para mí, fue un impulso natural probarme, desafiarme y desarrollarme. Las cosas que merecen la pena no son fáciles de conseguir, pero solo tengo cosas positivas que decir sobre el cambio. Después de todo, lo único constante en la vida es el cambio. Ahora me siento más libre, prácticamente como si hubiera vuelto a nacer».
Malene Birger visitó Mallorca por primera vez en 1969 cuando era niña y ha vivido en dos ocasiones en la isla española. Reside allí desde 2020.
Esta vez, tiene la intención de quedarse mucho tiempo. Siente que la isla la ha elegido, ya que aporta muchas cosas y le llena en múltiples facetas
«La isla es vibrante, está llena de emprendedores venidos de todas partes del mundo y su energía dinámica alimenta el espíritu creativo. Por no mencionar la impresionante belleza de sus paisajes naturales. Siento que mi obra tiene un propósito aquí».
«La lámpara de suspensión es mi favorita. Es una pieza muy versátil. Funciona muy bien en pareja o incluso en grupos. Imagina veinte de estas lámparas sobre una mesa alargada, como las perlas de un collar».
- Malene Birger
En el extraordinario hogar de Malene Birger, que está cuidadosamente decorado con objetos de su vida y sus viajes, se evidencia un profundo aprecio por la estética, creando un ambiente cómodo y acogedor para sus invitados.
Para Malene Birger, un gran hogar se caracteriza por un ambiente agradable, música y comida. Espera que sus invitados abandonen su hogar inspirados por el interior y el ambiente que ha creado, donde las lámparas PH Aged Brass se fusionan de forma completamente natural.
«La colección PH Aged Brass es icónica, destila pureza y fuerza. Las lámparas aportan una sensación de calma a mi universo ecléctico, son como joyas. Crecí con las lámparas PH, por lo que mi conexión con ellas es profundamente emocional. Es la máxima expresión del diseño e iluminación daneses».