A partir de décadas de investigación acerca de la importancia de la luz para nuestras funciones biológicas, sabemos que la luz nos afecta y estimula tanto física como emocionalmente, y que tiene un impacto medible en nuestro estado mental e, incluso, nuestra capacidad de recuperarnos de una enfermedad. Sabemos que si nos exponemos a la suficiente cantidad de luz natural, nuestra tensión arterial baja y el riesgo de enfermedad cardiovascular disminuye. En el aspecto mental, la luz solar y la artificial palian las deprimentes condiciones y se extrae que, si recibimos la suficiente luz al comenzar el día, es más probable que durmamos mejor por la noche.
El acceso a la luz solar se considera también un factor que contribuye a reducir el tiempo de recuperación o la cantidad de medicación que requieren los pacientes. El diseño de iluminación para hospitales debería buscar optimizar la luz natural, incluida la luz solar, en habitaciones de paciente, salas de espera, habitaciones del personal y zonas de descanso; y allá donde la luz solar sea insuficiente esto debería compensarse mediante la provisión de soluciones de iluminación que simulen las condiciones de iluminación natural a lo largo del día en favor del ritmo circadiano, el reloj de veinticuatro horas del cerebro humano que establece los ciclos de sueño y vigilia a intervalos regulares. Expresado en términos simples, una luz naturalista es una luz artificial que emula el propio ritmo natural de luz y oscuridad.
Jeffry Hall, Michael Rosbach y Michael Young fueron galardonados en 2017 con el Premio Nobel de Fisiología o Medicina por su trabajo con la luz y el reloj circadiano. Este logro atrajo aún mayor atención sobre el diseño de iluminación para los hospitales. No obstante, a pesar de los cambios de diseño que están revolucionando el sector sanitario, es importante señalar que, a pesar de que la iluminación circadiana puede ser la solución óptima, todavía hay mucho potencial en el trabajo con la luz decorativa a nuestra disposición.
Al fin y al cabo, no solamente importa la luz en sí, sino también la forma en que la aportamos. Por ejemplo, los apliques PH instalados en los pasillos de un hospital de Esbjerg, Dinamarca, brindan al espacio una calidez que supone un cambio refrescante frente a la típica iluminación de techo tan habitual en los hospitales, excesivamente brillante.
En el Hospital Frederiksberg de Copenhague, Louis Poulsen ha contribuido al ensayo de habitaciones diseñadas para ayudar a los clientes a recuperarse más rápidamente, así como a crear un entorno más agradable para pacientes, personal y visitantes. Diseñado por KHR Architecture, las luminarias LP Circle cuentan con Kelvin ajustable y con ventilación integrada. Con más luz solar, iluminación circadiana, una gama de colores más agradable para el paciente y habitaciones individuales, el equipo de diseño espera mejorar no solamente el ambiente sino también los resultados.
En Seinäjoki (Finlandia), Louis Poulsen ha participado en otro proyecto en el que se han instalado luminarias LP Circle de Kelvin ajustable en habitaciones de cuidados intensivos para acelerar la recuperación de los pacientes. El Centro de la Memoria St. Augustinus en Neuss (Alemania) ha estado experimentando con la iluminación orientada al ser humano para ayudar a tratar a los pacientes con demencia senil y, al otro lado del océano, en el Sistema Sanitario Mount Sinai de Nueva York, se está realizando un ensayo clínico que busca descubrir si una luz matutina más brillante en las habitaciones puede ayudar a reducir la fatiga y la depresión en los pacientes de cáncer.
Los estudios científicos han demostrado que las salas de espera de los hospitales a menudo corren el riesgo de despertar en los pacientes ansiedad, impaciencia o inseguridad durante su permanencia en las mismas, cuando en realidad deberían ser zonas de paz y tranquilidad, un sitio donde sentirse seguro y cómodo para poder hacer frente al estrés y a la incertidumbre.
Teniendo en cuenta el volumen de personas que recorre las salas de espera cada día, y la cantidad de horas que deben esperar en ellas, debería darse a estas zonas más prioridad de la que actualmente tienen. Sin embargo,es posible dar respaldo a la creación de entornos relajantes, agradables y cómodos en las salas de espera de los hospitales mediante el diseño de iluminación, poniendo énfasis en la interacción entre luz, espacio y materiales.
Los pasillos son a menudo una zona descuidada a la hora de diseñar la iluminación de un hospital. En los hospitales, estas zonas están a menudo privadas de luz solar natural, lo que hace aún más importante dar prioridad al diseño de iluminación de pasillos. Así, el diseño de iluminación en pasillos de hospital sirve a varios fines, uno de los cuales es orientar a pacientes, familiares, profesionales sanitarios y otros empleados a través de las zonas de transición, guiándolos hacia y desde las habitaciones, zonas de admisión, salas de espera, ascensores, escaleras, salidas de emergencia, etc.